Hace un rato escribí un repo para una revista que no se pudo publicar nunca. De pura pica y porque me interesa hablar del tema, voy a poner algunas partes... Está redactado pésimo y no está completo, pero lo voy a dejar igual--
La enfermera del conocido laboratorio de viña donde fui para que me sacaran la muestra de sangre, me tocó la espalda y dijo con tono casi lúgubre: “Que le vaya bien” WN!! Que miedoooo!!
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La situación podría ser demasiado simple; llegar al laboratorio, entregar a la secretaria la papeleta de examen y esperar que me llamen en un rato para el pinchazo de rigor. Todo el procedimiento es muy normal, salvo por un detalle, el examen que me encargaron hacer en ese laboratorio es el Test de ELISA, para la detección del Virus de Inmunodeficiencia Humana, temido VIH. A los días de eso, fui a buscar el resultado y salvo por la cara de complicación que puso la secretaria cuanto le pedí el sobre y vio la boleta, todo salió bien. Mi primer test de ELISA, fue negativo y todo volvió a la tranquilidad, pero las caras de la gente que me atendió en esos días no se me van a olvidar nunca.
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Como era la primera vez que me tomaba el ELISA, yo como muchas personas, no estaba enterada a cabalidad del proceso ni de las condiciones en que se debe realizar este, por eso es que se me metió la pregunta en la cabeza… ¿El VIH sigue siendo un mito urbano, del que poco se sabe, mucho se especula y al que se le tiene más miedo que respeto?
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Supuestamente, en este tiempo existe mucha más información de la que había antes sobre el SIDA y hay (supuestamente tambien) más canales a través de los cuales los jóvenes pueden llegar a esta, pero lamentablemente la forma en que se aborda el tema en las distintas áreas de la sociedad, sigue siendo un tabú y los niveles de transmisión en la región aumentan cada vez más… Porque no hay como enterarse de lo que está pasando y si uno lo intenta, queda como degenerado o mala persona.
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Hasta el año 2006 el número de notificaciones de VIH en la V Región, estaba en 76 por cada 100.000 habitantes. Lamentablemente esta cifra se mantiene en aumento cada día, somos la tercera región en términos de incidencia de casos de VIH y el grupo entre los 20 y los 39 años de edad es el sector donde se registra un mayor número de notificaciones de contagio mediante el Test de ELISA.
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Hace un tiempo conversé con Alexandra Corail, que es psicólogo y trabajó por diez años en el área de VIH Sida del hospital Gustavo Fricke, dando consejería y terapia a los pacientes de este programa. Ella sigue siendo consejera de las personas que lo requieran y una de sus principales preocupaciones con respecto al tema es la forma en que se debe enfocar el VIH en la sociedad, para crear una conciencia del riesgo real, promover la prevención y eliminar paulatinamente el mito urbano que existe en torno a este síndrome.
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Los jóvenes son el sector más vulnerable a este mito, ya que una notificación de VIH Positivo provoca inmediatamente una sensación de pérdida y la negación de la realidad. Según ella “Antes que la muerte biológica es la muerte social y eso le cuesta mucho asumir a las personas” Por eso es que los jóvenes viviendo con VIH ocultan su situación y pueden llegar a extremos como la drogadicción, el alcoholismo y a seguir transmitiendo el virus con conductas sexuales irresponsables.
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Esto junto con el prejuicio que existe en el resto de la sociedad hace que se mantenga el silencio y el miedo con respecto al VIH, por la connotación de muerte que todavía tiene la palabra y que se podría eliminar con el simple hecho de interesarse y aceptar la información existente en las campañas a nivel nacional y adoptando las medidas de prevención básicas que evitan la transmisión. Esto también haría que las personas viviendo con VIH Positivo dejen de ser consideradas y sentirse un peligro para la sociedad.
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La situación podría ser demasiado simple; llegar al laboratorio, entregar a la secretaria la papeleta de examen y esperar que me llamen en un rato para el pinchazo de rigor. Todo el procedimiento es muy normal, salvo por un detalle, el examen que me encargaron hacer en ese laboratorio es el Test de ELISA, para la detección del Virus de Inmunodeficiencia Humana, temido VIH. A los días de eso, fui a buscar el resultado y salvo por la cara de complicación que puso la secretaria cuanto le pedí el sobre y vio la boleta, todo salió bien. Mi primer test de ELISA, fue negativo y todo volvió a la tranquilidad, pero las caras de la gente que me atendió en esos días no se me van a olvidar nunca.
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Como era la primera vez que me tomaba el ELISA, yo como muchas personas, no estaba enterada a cabalidad del proceso ni de las condiciones en que se debe realizar este, por eso es que se me metió la pregunta en la cabeza… ¿El VIH sigue siendo un mito urbano, del que poco se sabe, mucho se especula y al que se le tiene más miedo que respeto?
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Supuestamente, en este tiempo existe mucha más información de la que había antes sobre el SIDA y hay (supuestamente tambien) más canales a través de los cuales los jóvenes pueden llegar a esta, pero lamentablemente la forma en que se aborda el tema en las distintas áreas de la sociedad, sigue siendo un tabú y los niveles de transmisión en la región aumentan cada vez más… Porque no hay como enterarse de lo que está pasando y si uno lo intenta, queda como degenerado o mala persona.
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Hasta el año 2006 el número de notificaciones de VIH en la V Región, estaba en 76 por cada 100.000 habitantes. Lamentablemente esta cifra se mantiene en aumento cada día, somos la tercera región en términos de incidencia de casos de VIH y el grupo entre los 20 y los 39 años de edad es el sector donde se registra un mayor número de notificaciones de contagio mediante el Test de ELISA.
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Hace un tiempo conversé con Alexandra Corail, que es psicólogo y trabajó por diez años en el área de VIH Sida del hospital Gustavo Fricke, dando consejería y terapia a los pacientes de este programa. Ella sigue siendo consejera de las personas que lo requieran y una de sus principales preocupaciones con respecto al tema es la forma en que se debe enfocar el VIH en la sociedad, para crear una conciencia del riesgo real, promover la prevención y eliminar paulatinamente el mito urbano que existe en torno a este síndrome.
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Los jóvenes son el sector más vulnerable a este mito, ya que una notificación de VIH Positivo provoca inmediatamente una sensación de pérdida y la negación de la realidad. Según ella “Antes que la muerte biológica es la muerte social y eso le cuesta mucho asumir a las personas” Por eso es que los jóvenes viviendo con VIH ocultan su situación y pueden llegar a extremos como la drogadicción, el alcoholismo y a seguir transmitiendo el virus con conductas sexuales irresponsables.
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Esto junto con el prejuicio que existe en el resto de la sociedad hace que se mantenga el silencio y el miedo con respecto al VIH, por la connotación de muerte que todavía tiene la palabra y que se podría eliminar con el simple hecho de interesarse y aceptar la información existente en las campañas a nivel nacional y adoptando las medidas de prevención básicas que evitan la transmisión. Esto también haría que las personas viviendo con VIH Positivo dejen de ser consideradas y sentirse un peligro para la sociedad.
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En fin… Después de la primera experiencia medio traumática de tomarme el ELISA en un laboratorio privado y sólo por hacer la prueba, fui al consultorio del adulto que está en Valparaíso, para tomármelo de nuevo y ver si es que me encontraba con menos caras de horror. De hecho todo fue mucho menos tétrico, más amable y más completo… sin embargo, conversando con personas, preguntando y tratando de encontrar información para escribir el reportaje terminé chata y pensando que si para la gente que no tiene un vínculo directo con el tema, es así de complicado, como será para los que si tienen que recibir la notificación positiva, para los que si se ven afectados de alguna manera...
En fin… Después de la primera experiencia medio traumática de tomarme el ELISA en un laboratorio privado y sólo por hacer la prueba, fui al consultorio del adulto que está en Valparaíso, para tomármelo de nuevo y ver si es que me encontraba con menos caras de horror. De hecho todo fue mucho menos tétrico, más amable y más completo… sin embargo, conversando con personas, preguntando y tratando de encontrar información para escribir el reportaje terminé chata y pensando que si para la gente que no tiene un vínculo directo con el tema, es así de complicado, como será para los que si tienen que recibir la notificación positiva, para los que si se ven afectados de alguna manera...
3 comments:
Que buen post. Me parece que hacer este test es una de las actividades con más adrenalina.
Pero, tener los resultados es otra experiencia. Si es negativo vuelves a tu color natural. Pero y si no.
tetrico eso...
Y... durísimo.
Wn, esto del VIH es terrible y aunque no lo creas, a nivel de los que trabajamos en salud he podido ver como aún se ve cierto miedo... cuando te dicen, cuidado, ese paciente es VIH positivo, curelo con cuidado, cuidado con la aguja, por favor!!! no te vayas a pinchar... es brígido.
Es difícil pensarlo, pero creéme que estas personas lo único que quieren es un abrazo y que los escuches... lo he vivido en carne propia en algunos de mis contactos con pacientes.
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