Thursday, October 05, 2006

El Oráculo

Cada vez que salgo a la calle, mi bolso va cargado de muchas pero muchas cosas... la verdad soy terrible, entre mi equipaje (porque eso es... equipaje) de salida diaria siempre se pueden encontrar... Cosas necesarias, posiblemente necesarias, relativamente inútiles y totalmente irrelevantes, no lo puedo evitar, todo el tiempo pienso que algo de esos mil cachureos me va a servir de alguna manera y en ocasiones no me he equivocado, pero la mayoría de las veces termino paseando por la vida con un cargamento tremendo al que finalmente odio.

A veces he experimentado con un bolso más chico, para no llevar tanto peso... PERO termino por llenarlo hasta casi reventar, lo que me hace volver a la mochila clásica o a mi bolsón regalón que usaba cuando estaba en la universidad. Otras veces hago una revisión a conciencia y con el dolor de mi alma intento dejar fuera la mayor cantidad de porquerías posible, y ahí es donde viene el dilema, que se queda y que va conmigo...

Eso si, tengo UN imperdonable... Hay una cosa que sale conmigo todos los días y a lo que sea, lo meto en una cartera, un morral, la mochila o donde pueda lo guardo, es tanto así que las veces que se me ha olvidado, lo echo de menos y me reclamo a mi por ser tan cabeza de pollo, COMO ES POSIBLE QUE LO DEJÉ EN LA CASA???.

El oráculo del guerrero, si si ¿qué es eso? Es un libro que cuando lo leí por primera vez me dejó con la boca abierta y ahora, cada vez que lo abro lo hace de nuevo y peor, porque cada uno de los capítulos se puede interpretar de diferentes maneras. El asunto es que uno toma el librito, que en tamaño es prácticamente insignificante, piensa una pregunta, una de esas dudas existenciales horribles que todos los días de la vida joden la psiquis de alguna manera y luego lo abre, en una página al azar... y ahí viene lo bueno. No adivina, no predice, no suceden cosas extrañas ni da nombres o apellidos, sólo es un mensaje que debe ser interpretado de acuerdo a la pregunta que antes se hizo, y yo debo reconocer algunas veces he quedado con serias consecuencias después de abrirlo.

Cada vez que las situaciones me sobrepasan, o que no tengo idea de que diablos hacer en algún momento, me acuerdo de mi libro que va conmigo a todos lados y lo leo. Sé que esto puede sonar a las señoras fanáticas que no viven sin el horóscopo o sin su tarotista de cabecera, pero es distinto, es el Oráculo del guerrero, ya el nombre hace que uno se sienta poderoso (Por favor que GUERRERO no derive en su similar degradante WARRIOR porque ahí si que habría un problema) Yo quiero mi libro, lo forré con scotch para que resistiera los embates de mis idas y venidas y cada vez que puedo se lo presento a alguien, no han faltado quienes después me lo piden de nuevo para hacer otra pregunta. Pero tampoco hay que abusar de el, porque obviamente las respuestas las tiene uno mismo y mi libro es nada más que una introducción al resto del camino.

4 comments:

Anonymous said...

jajaja....siii cada ves q te veo tu bolso es mas y mas grande!!!
jajajajaja!!!

xau!

Lucecita said...

Siempre uno tiene ese objeto que donde vayamos tiene que saber ir con nosotros... en mi caso, mi celu xD jajajaja... (que penosa u.u')
Bueno, yo amo los libros (lamentablemente ahora no he tenido tiempo para leer, mi amor me pasó un libro hace como un mes y aún no paso de la página 100 :S), siempre puedes aprender algo de ellos, no importa el género al cual pertenezcan, siempre te dejan algo para pensar.
Me alegro mucho que hayas (o hallas, siempre tengo esa duda... haya no es un árbol??) vuelto a escribir en tu blog, me gustan muchos tus escritos mi Rory G... tu sabes porque te llamo así.
Ya amiga la dejo, debo seguir con mis estudios... no tengo ganas de estudiar, pero me mandaron xD y pensandolo bien, tiene razón.
Te quiero mucho

Anonymous said...

Sí ese es el libro que el mierdecilla postmoderno de Boris rebajó a libro para maricones como él.

En España no se encuentra en ningún sitio, por desgracia.

Guerrero said...

Muchas gracias por la info bloggero.