Paraiso Natural MEME

Okei... responderé a la invitación que me dejó la Isa en su blog.

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La idea es que debo describir mi paraíso natural y dar las razones de por que lo es. Tengo buenos motivos para recordar y describir un lugar que me llena cada vez que llego ahí... y siempre me deja con gusto a poco cuando tengo que volver a la realidad.

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Casi todos los años con mi viejo, conseguimos armar un intermedio, de alguna forma casi milagrosa que aun no me explico, le restamos cuatro días al calendario rutinario, en los que desaparecemos absolutamente del mundo (salvo de mi madre que se queda rezando para que no nos pase nada al par de irresponsables) en ese lapso conseguimos arrancarnos de la pega, de las formalidades familiares, de la bulla, de las llamadas estúpidas, incluso de las obligaciones más vitales que haya en el minuto, todo nos da lo mismo, sólo nos vamos.

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La tónica es la misma siempre, partir a santiago con todo armado en la camioneta, pasar la noche ahí y al otro día levantarse muy temprano, cuando está oscuro y hace mucho frío, cuando nadie se levantaría por gusto, a esa hora nosotros partimos hacia nuestro paraiso.

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En la mitad del trayecto siempre hay una parada... provisiones. Pan, queso, fruta, galletas, dulces, yogurt, confort, agua, cerveza, cigarros, mas cigarros y más fruta, y tarjetas para el teléfono... Cuando estamos listos volvemos a partir, todavía queda un trecho así que nos demoramos lo menos posible para llegar pronto a destino.

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Saliendo de Santiago empezamos a subir la cordillera y ahí viene la parte increible... Cuando está todo blanco, y las nubes quedan mas abajo de donde estamos parados, es otro mundo. No puede haber nada más hermoso y es facil que pasemos mucho rato callados mirando nada y todo, puede hacer un frío del demonio pero nos da lo mismo, donde estamos es más grande que cualquier inconveniente ridículo.
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Dejamos las cosas en un refugio (el de la católica es el regalón hace años) y seguimos subiendo. El resto del día es nieve y más nieve y más nieve, parar a comer, más nieve y más nieve... Así podemos pasar tres o cuatro días. El refugio es lo otro, en la noche está la chimenea prendida, los libros y las peladas de cable, al otro día mas esquí, nos levantamos temprano, tomamos desayuno con vista a la montaña, preparamos equipo con la calma de mundo y subimos.

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Por eso es mi paraíso natural, porque implica una salida de todo, respirar aire nuevo y dejar de lado lo obligatorio. Porque podemos hablar o callar o sólo mirar la montaña y saber que estamos en lo mismo. Porque podemos jugar dominó, cartas, o solamente descansar frente a la chimenea. Porque en el día hay pequeños desafíos personales en cada descenso. Porque el silencio se hace inmenso y las interrupciones tienen que valer la pena.

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Tengo que pedirle a tres personas más, que escriban en sus blog sobre su paraíso natural. Le dejo la invitación a la Clo, la Claudia y Mariela (Ellas tienen que encargarselo a tres personas más y así por los siglos de los siglos)