Creep en el Mall

Hay días en los que definitivamente, uno despierta sintiéndose el ser más nefasto de la tierra. Que fuerte la manera de partir, pero pasa que es así y creo que no hay ninguna, repito NINGUNA persona en la tierra, que no se haya despertado por lo menos un día de su vida, con la pesadez encima de considerarse un bodrio ambulante.

Ese día es un clásico... es como un círculo vicioso, a medida que avanzan los minutos (ni siquiera las horas) se va acumulando una serie de pequeñas desgracias, que se hacen todavía más desagradables por el ánimo de mierda que uno anda trayendo. Te pegas en el dedo chico con la pata de la cama, se da vuelta la taza de café en la mesa de comedor (a la que recién ayer le habían puesto un mantel lindo), se acaba el gas cuando uno está con el pelo lleno de shampoo y tratando de despertar en la ducha, e incluso termina por darse cuenta de que faltan 40 pesos para la micro, y hay que ponerse a buscar por todos lados las malditas monedas, para no tener que pagarle al chofer con dos lucas el pasaje.

Si, ese día es un clásico... y precisamente en uno de esos estaba sumergida yo la semana pasada, cuando se me ocurrió ir a dar una vuelta al mall y matar las horas de espera que me faltaban para encontrar a un personaje del demonio, que al final nunca llegó (Nota: para remate, era precisamente de ese personaje, que dependía el que mi día tuviera un poquitito de gusto a gloria y satisfacción)...

Así que me fui al único lugar en el que no hace frío y se puede caminar mucho rato mirando todos los cachureos de las tiendas y a la gente, pero... CRASO ERROR. Cual inocente corderito que va tranquilo confiado hacia su perdición, el primer lugar al que mis pasos se dirigieron fue ALMACENES PARÍS...

Debo decir que ese día, ahí, pude experimentar uno de los momentos más bizarros de mi vida.

La gente paseante, las promotoras de cremas, las niñas que echan perfume en la entrada, el mismo lugar que estaba lleno de personas persiguiendo los adelantos de temporada primavera/verano y las liquidaciones de invierno... Todo, TODO se movía más rápido que yo, mi cabeza funcionaba en cámara lenta mientras por todos lados volaban las poleras, los chalecos, faldas y vestidos y uno que otro sostén.

Mientras eso pasaba y yo lo veía totalmente asustada, una canción empezó a sonar... CREEP noooooooo... http://www.lyricsfreak.com/r/radiohead/creep_20113302.html... está claro que justamente esa, es la última canción que debe escuchar uno cuando se siente como me sentía yo ese día. Cada una de las palabras en mezcla casi perfecta con la melodía, retumbaban en mi cabeza y yo no podía entender que en un lugar tan happy happy joy joy como ese, pusieran música así. Y más encima el guardia, a medio metro de mí, la tarareaba! Me quise morir.

IM FUCKING SPECIAL! Pero por favor señor guardia dispáreme o por lo menos pégueme un lumazo y sáqueme de mi miseria. La situación era perfecta para protagonizar ahí mismo un suicidio escandaloso con una carta ensangrentada, sobre los adelantos de primavera/verano... Pero entré en razón, algo apareció de la nada y decidió drásticamente por mí que ese no era el minuto de lamentarse ni de inmolarse entre las perchas y los mostradores, date la vuelta y busca otra cosa que hacer AHORA... Que fue? No tengo idea, pero que bueno que eso, lo que sea, esté ahí, para esos días en los que definitivamente se siente like a creep.