ZURDOLANDIA

Queridos zurdos del mundo: Mis estimados compañeros dominantes del hemisferio derecho del cerebro, siniestros todos que habitan el planeta, que suman 200 millones de personas, a ellos y porque yo orgullosamente soy una más, les voy a dedicar una declaración de nuestra esencia y la vida diaria.

Hoy ha sido la vez número ÑA que escuché de una persona X la misma recurrente pregunta, esta un poco incómoda interrogante siempre va acompañada de una cara entre fascinación y terror, que deja ver lo extraño que es para alguien el encontrarse con uno de “nosotros”, también dependiendo del grado de curiosidad que exista en esa persona puede ser seguida de otras pequeñas dudas medio chistosas que al final a uno le da risa responder.

Como imagino que ya lo pensaron, lo que volví a escuchar hoy, por milésima vez fue: “Eres zurda??????” a esta altura de la vida, cada vez que alguien (que por lo general es un extraño o alguien a quien llevo muy poco tiempo de conocer) me pregunta eso me dan ganas de contestarle con mucha cara de cínica, “nooooo pura idea, lo que pasa es que estoy practicando para un concurso”, por decencia nunca lo he hecho, pero si lo he querido, demasiado. Porque no puedo entender que a alguien todavía se le haga raro conocer a una persona que no escriba con la derecha.

No hace muchos años atrás, a los zurdos se los discriminaba porque según creencia del cristianismo, la izquierda está relacionada con el diablo, así que todo lo malo tenía que ver con esta mano, hasta a mi muchas veces en el colegio me retaron porque lo hacía todo al revés. Eso de que Jesús estaba “Sentado a la diestra de Dios Padre” significaba que el otro lado era siniestro y sólo como una referencia, http://www.rae.es/

Siniestro, tra.
(Del lat. sinister, -tri).
1. adj. Dicho de una parte o de un sitio: Que está a la mano izquierda.
2. adj. Avieso y malintencionado.
3. adj. Infeliz, funesto o aciago.
4. m. Daño de cualquier importancia que puede ser indemnizado por una compañía aseguradora.
5. m. Propensión o inclinación a lo malo; resabio, vicio o dañada costumbre que tiene el hombre o la bestia. U. m. en pl.
6. m. Der. En el contrato de seguro, concreción del riesgo cubierto en dicho contrato y que determina el nacimiento de la prestación del asegurador.
7. f. mano izquierda (ǁ la opuesta a la derecha).

En el ultimo tiempo es más factible para los zurdos el vivir en paz sin que nos consideren diabólicos o herejes o malvados o traicioneros o todo eso que alguna vez se creyó, pero así y todo este mundo nos discrimina, no crean que no. ¿Cuantas veces han terminado con dolor de brazo tratando de abrir un tarro de atún? Diestros, hagan la prueba y ocupen un abrelatas con la izquierda, no, no significa que son ñurdos es así de difícil.

Escribir una prueba larga en la universidad era significado de tres cosas, 1.- dolor de espalda porque había que torcerse entero para escribir en las dichosas sillas con mesita, 2.- el costado de la mano lleno de tinta y la prueba manchada entera porque por supuesto uno pasaba a llevar lo mismo que escribía y 3.- ganarse el odio de algún profesor que no entendía los mamarrachos y tenía que corregir ESO, es cierto que para nosotros, tener “bonita letra” no es uno de los atributos más fáciles de conseguir.

Así y todo, está comprobado que el control del hemisferio derecho del cerebro conlleva un desarrollo mayor de la creatividad, las emociones, la percepción y las características más humanistas relacionadas con la creación y los sentimientos, elementos que para mí son muy valorables. No es por desmerecer a los diestros pero, pienso que tiene mucho de positivo poder desarrollar cosas que se están haciendo cada día más necesarias.

Además sin quererlo, entre los zurdos se genera una especie de solidaridad extraña con algo de cofradía, porque nos entendemos y compartimos muchos de los chascarros diarios que implica el usar la mano izquierda en un mundo de derechos, y eso es bueno. Pero ya, mejor no voy a seguir, no se me vayan a sentir los diestros que ocupan una parte importante de la sociedad, sólo voy a decir una última cosa un poco obvia... Los zurdos la llevamos.