Pasa el tiempo demasiado rápido, más rápido de lo que me gustaría que pasara en realidad... De repente siento que no alcanzo a pensar en algo cuando ya tiene que comenzar, suceder y terminar. No alcanzo a querer algo cuando ya está a la vista, la respuesta de si resulta o no. No se nos puede meter en la cabeza una idea sin que existan plazos de locos que mandan todo, y si lo que se quiere es que la cosa resulte, hay que aplicarse si o si.
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Da miedo un poco, eso de que todo corre; el mundo corre, la gente, las horas, las micros, los amigos, los pensamientos, los plazos, las deudas... Todo vuela, como que el mundo se fuese a acabar mañana. Y pese a que algunos (Como yo) necesitamos un poco más de calma para poder enfrentar la vida y tomar buenas decisiones, no hay caso y todo sigue corriendo, sin derecho a réplica o enmienda muchas veces.
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Y quien termina el asuntito, ah? ¿Existe alguien por ahí tan poderoso como para ser capaz de pararle los carros al tiempo acelerado?
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¿O no queda otra que acostumbrarse y empezar tomar decisiones a diestra y a siniestra cada día de la vida?
